Solemnidad de la Ascensión del Señor, Ciclo A
Mateo 28, 16-20: Ausencia o presencia

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Hoy nos asaltan dos grandes tentaciones: 1.Quedarnos paralizados en nuestro pequeño mundo, con puño cerrado, defendiendo a espada y sangre nuestro haber personal. 2. Con ojos y manos abiertas, mirando al cielo, esperarlo todo  de intermediarios/as de quienes confiamos recibirlo todo. 

¿“Qué hacen ustedes ahí, quietos, mirando al cielo?” Es la pregunta crucial. Quietud paralizante y expectativas paternalistas se confunden y hacen de nuestra existencia cristiana, un germen de inutilidad que siembra desconfianza y hace ineficaz nuestra presencia y compromisos. 

El Cristo histórico se despide, asume otra dimensión, pareciera decirnos que se ausenta. Pero es una ausencia que es presencia novedosa, ahondada, interiorizada. Se hace invisible a nuestros ojos mortales, pero visible a nuestro corazón. Se convierte en fuerza y energía vitalizadora en nuestra caminada. 

Se va, quedándose. Se queda, fortaleciéndonos. Se va para que iniciemos nuestra tarea como si dependiera todo de nosotros/as, pero sabiendo que Él es nuestro principio y nuestra meta. Se va para que asumamos nuestro compromiso y responsabilidad. Es nuestra hora cuando la suya se ha eternizado. 

Cochabamba 04.05.08