Solemnidad de San Pedro y San Pablo
Mateo 16,13-19: Roca y espada

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

La Iglesia en su liturgia nos propone hoy la fiesta de Pedro y Pablo. Roca el uno, espada el otro. Llaves del Reino como símbolos de Pedro. La palabra como centellas en boca de Pablo. El uno negación, el otro persecución. Ambos fundidos en una misma meta: Jesucristo como pasión, como vida.  

Andrés le insinúa a su hermano Pedro que han encontrado al Mesías y lo lleva ante el Señor. Ananías le abre los ojos a Pablo y lo bautiza en el Espíritu de fuego. Por caminos diferentes se han hecho encontradizos con el Maestro. Ambos son discípulos adelantados en la misma escuela y matriculados con  sangre en el testimonio. 

Ambos son judíos. Es su raza y su cultura. Tuvieron que enfrentarse tenazmente a quienes pretendían encerrar en un geto a la naciente fe cristiana, sometiéndola a  leyes y normas del judaísmo. Pedro es el primero en dar el paso  en casa de Cornelio. Pablo es más radical y sacude el polvo de sus pies ante sus cohermanos  para marcharse a otros pueblos dando paso a la universalidad.  

El signo de la Cruz los junta de nuevo en Roma. Pablo se ha ido desgastando como cirio en la prisión. Pedro en humildad suma se entrega a sus verdugos para una crucifixión inusual. Pero ambos se constituyen en columna fundante de nuestra fe llamada a ser testimoniada con nuestras pequeñas cruces de cada día en gozosa solidaridad universal. 

Cochabamba 29.06.08