XXVIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mateo 22, 1-14: Invitación plural

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

La fiesta, la mesa, el banquete son lugares socorridos en el lenguaje del Reino. Nos imaginábamos un Jesús estableciendo tribunales para juzgarnos, fiscalizadores de nuestros actos, antenas que captaran hasta nuestro último pensamiento o imaginación. Todo esto queda descartado en la praxis concreta de nuestro Maestro. Su invitación es a la fiesta.

El banquete está preparado. Todo es abundante y suculento. Pero los invitados no llegan. Cada uno ha ido dando sus disculpas tan mezquinas como su corazón. Sin embargo, los planes del anfitrión no cambian. La fiesta continúa. Salgan, dice a sus servidores, por todos los rincones, los cruces de caminos, los mercados, la periferia e inviten, llamen, convoquen. Quiero la sala llena.

Su invitación es plural. No hay excepciones, ni exclusiones. Basta la aceptación gozosa. Tanto Isaías como el Evangelio abren las puertas para todos/as. En ambos pasajes alguien no lleva el traje de fiesta. Simplemente se aísla, quiere la notoriedad, rompe el espíritu comunitario y hace del banquete su propio fundo sin importarle el goce compartido.

El Reino convoca voluntades y presencias al unísono de la fiesta. Pero se dan intereses encontrados que no se compadecen con este fin. Los hay materializados, obstinados en maltratar y matar, destruir y obstaculizar la convivencia, la felicidad, la unidad, la fraternidad. Somos llamados/as, con invitación personalizada, a inaugurar desde ya el Reino en justicia y en paz.

Cochabamba 12.10.08