XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mateo 25, 14-15, 19-21:
Esconder el talento

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Una inmensa cobardía invade como virus hoy nuestra realidad social, sobre todo, religiosa. Pareciera que viviéramos el tiempo de la ‘huida’. Involución, seguridad, comodidad, facilismo son los síntomas perfectos de este estado de coma. Muchas de nuestras convicciones se encuentran en cuidados intensivos en centros de alto riesgo.

Dios dio el impulso primero a este universo mundo y luego entregó su dirección y marcha al ser humano. Para eso nos dio talentos, carismas, dones, inteligencia y voluntad. Somos responsables de esta obra maravillosa de la creación. Es una responsabilidad compartida, pero exigente y obligada sin excepciones, sin limitaciones, sin postergaciones. Todos, todas.

Hay la tentación de huir, de escapar, de esconder o esconderse. Existen los complejos aceptados o simulados. La mediocridad acumulada, jamás denegada. Cristianos/as que enmascaran su fe, disimulan su pertenencia a Cristo, que sepultan la Palabra o la privan de su fuerza profética, le quitan la vida, su energía, su calor y potencialidad.

La parábola de los ‘talentos’ es una mesa servida para compartir la experiencia de humanidad que  hoy nos sacude. Hay que multiplicar estos talentos. Las crisis alimentaria, ecológica, energética, el déficit de derechos humanos no dan tregua. Esconder nuestra palabra, nuestra colaboración, pequeña o grande, es hoy por hoy, un pecado de lesa humanidad. Unamos nuestras fuerzas que es hora de definiciones impostergables.

Cochabamba 16.11.08