IV Domingo de Adviento, Ciclo B
Lucas 1, 26-38: Faltas Tú

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Hemos convertido la Navidad en ruido, ostentación, competencia, exterioridad. Un mundo cansino, aburrido, hace un paréntesis de intercambios calculados, de fascinación, de mercadeo. Preparamos todo hasta el último detalle para que no nos falte nada a la hora de la verdad. Sólo que no nos preparamos nosotros. Falta tu interior, tu corazón. Faltas Tú.

David quiere preparar casa a su Señor. Como buen político manipula, organiza todo a su favor. Entra en el juego de la competencia. No le importan los medios. Le basta el fin. Pero su Señor lo llama a la humildad: “Yo te tomé de la majada, de detrás de las ovejas…”. Es decir, vuelve a tu interior, a la simplicidad, a la pequeñez. Es allí donde se escucha su Palabra y se hace carne.

De otro lado, una muchacha del común del pueblo, allá en Nazaret, abre su corazón para que acampe el buen Dios en el inicio de su peregrinaje de humanidad. Dios tiene necesidad de esta criatura simple. Tiene necesidad de su silencio donde la Palabra hace eco, de su acogida al misterio para abrirnos a lo esencial, de su actitud humilde: “Heme aquí para hacer tu voluntad”.

Muy poco queda de la verdadera Navidad. La sociedad de consumo desplazó a Dios. Ya no queda puesto para Él en el mesón. Dios se hace carne y no mercado. Dios se hace interioridad y lo externo no le queda bien. Las preocupaciones de David no logran la presencia de Dios. Sólo María proporciona ambiente propio al Dios de los/as pobres.

Cochabamba 21.12.08