Domingo de Resurrección, Ciclo B
Juan 20,1-9:
Fiesta sin limites

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

La situación actual no es para reír. Se habla de “crisis perfecta”, “huracán perfecto”, “hoyo perfecto”, ¡recesión! Todo apunta a la gran crisis del neoliberalismo, del capitalismo, de la sociedad de consumo. Lloran los ricos, se contraen las economías del primer mundo. Hay suicidios de gente de cuello blanco. Es un colapso total. Dolor, gritos, desesperación.
¿Cómo celebrar la Pascua en semejante tragedia? Todo apunta hoy día a una alternativa, a un “mundo nuevo posible”. La gran tragedia del capitalismo es que disecó el corazón del ser humano. Todo lo centró en función del beneficio. Y eso para unos pocos. Y con ello cerraban el capítulo último de la historia. ¡Su historia!
Y la Pascua es todo lo contrario. Es la alternativa de la vida plena. Compartida, celebrada. Vida en abundancia. Sin mezquindades, sin ruindades. Vida que abre el horizonte a la plenitud. Es el sueño de humanidad que acunamos en añoranzas y vislumbres de eternidad. Desde el bautismo caminamos por estos derroteros. Sólo que se nos nubla la visión.
La Pascua es una fiesta sin límites. El mismo Dios tiende manteles en abundancia suma. Invitación sin exclusión. Atrás quedan las rencillas, los odios, las tristezas. Es la fiesta de la solidaridad. El traje es la alegría. La mesa es la fraternidad universal. La música, ¡Ah! La música, es el amor. Eso y sólo eso es Pascua. Un derroche infinito de alegría y de amor.

Cochabamba 12.04.09