III Domingo de Pascua, Ciclo B
Lucas 24,35-48:
Exorcizando el miedo

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Pánico, miedo, susto nos invaden hoy por doquier. Fantasmas, visiones, engendros de la mente o de la imaginación cunden a nuestro alrededor. Vivimos en zozobras, hermetismos o aislamientos peligrosos. Creamos fronteras, cuerpos de seguridad, sistemas de protección o reservas bancarias. El enemigo se multiplica en todos los ámbitos de la vida.
Lucas en su evangelio nos presenta a los discípulos y discípulas encerrados/as por miedo. Tanto miedo que al presentarse Jesús en medio de esta comunidad temerosa, creen ver un fantasma. La primera tarea de la fe es arrancar de cepa, de raíz todo temor, miedo y desenmascarar todo fantasma o imaginario que desdiga de la verdad o autenticidad.
Nuestras prácticas religiosas abundan en fantasías, visiones, invenciones a la carta que desdicen de la simplicidad del evangelio. Jesús encara a sus discípulos/as esta desfiguración o manipulación de la realidad. Les pide ver, tocar, palpar sus manos, sus pies. Pide algo de comer. Se sienta a la mesa. No podía ser más evidente. Más real.
La Pascua exorciza nuestros miedos. Nos abre la inteligencia a la verdad. Quita de nuestro diario vivir el temor a la confrontación de nuestra fe con la ciencia, la razón o la investigación. Nos arranca todo disfraz o máscara. Nos devuelve la libertad que es la expresión más honda del amor. Donde hay temor no puede haber amor, tampoco libertad.

Cochabamba 26.04.09