IV Domingo de Pascua, Ciclo B
Juan 10,11-18:
Sencillamente humanos

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy

 

 

Fiesta del buen Pastor. Celebración del Sacerdocio ministerial. Vocación, servicio, liderazgo. Jesús se llama así mismo “El Buen Pastor” precisamente para indicarnos la gozosa intimidad, confianza y conocimiento mutuo que debe haber entre dirigentes y aquellos o aquellas que le son confiados/as. Son exigencias de la reciprocidad.

Podemos amar a nuestros sacerdotes. Pero también se les odia. Hay desconfianza, resentimientos, pasiones encontradas frente a sus actitudes, comportamientos. Se les critica despiadadamente. Se piensa de ellos como seres sobrehumanos. Ahí está el error. Somos sencillamente humanos. Cocidos a la misma humanidad en polvo y magia, pasión y sueños.

Jesús da libremente su vida. Es entrega, donación, ofrenda. No se reserva nada para Sí. Lo hace hasta la muerte. El Sacerdocio tendría que orientarse por esta camino sacrificial, oferente. De no serlo estaría denegando su identidad y se quedaría en sucedáneos, justificaciones, mediocridades sin límites que descalificarían su misión.

Es urgente una reconciliación del sacerdote con su pueblo y de éste con sus dirigentes religiosos de tal manera que nos perdonemos nuestras debilidades y podamos así, caminar juntos en la dirección correcta que nos lleve a la construcción de la nueva sociedad, también, de la nueva Iglesia. Congratulaciones a nuestro Clero diocesano y religioso.

Cochabamba 03.05.09