XIV Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
San Marcos 6,1-6:
La débil voz

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy  

 

 

Basta que alguien irrumpa en el medio  con denuncias irrefutables, o con la verdad develada, o con pronósticos hirientes al sistema para, de inmediato, encontrar victimarios que instalen un tribunal, levanten su cadalso, o, lo que siempre pasa, preparen con materiales de ineptitud, un monumento post mortem que lo relegue a la posteridad.

En las lecturas de hoy, encontramos el “elogio a la debilidad”. El profeta Ezequiel es llamado a confrontar a su pueblo en rebeldía. Pero su voz es débil, destemplada y suena discorde con los intereses de sus interlocutores. De antemano, está derrotado. No hay eco a sus palabras. El corazón está endurecido. El auditorio se ha convertido en juez.

Pablo sufre el aguijón que lo apalea. Aparece en toda su desnudez, el anti-héroe. Herido por dentro y por fuera, su debilidad pareciera tirarlo al suelo. No es humillación, es humildad. Es la palabra del profeta que no busca sintonía con el aplauso, sino con la inquietud. El éxito no está presupuestado en la voz del profeta. Es fuego que tortura, no paladín de mediocridades.

Y Jesús pareciera desconcertado por la falta de fe de sus paisanos/as. Choca contra tanta mezquindad, cerrazón, prejuicios. Es la factura que pasamos a los/as nuestros/as que irrumpen en el escenario público con sus demandas de liberación. Pero Jesús no cede y su palabra “subversiva” rompe con esquemas, conformismos y jerarquías “sistematizadas”.

Cochabamba 05.07.09