XVI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo B
San Marcos 6,30-34:
Acercarnos

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy  

 

 

El modernismo inventó la distancia más abismal que pueda imaginar el ser humano: La distancia entre la mente y el corazón. Por eso el modernista es apático, calculador, frío. Los llamados medios de comunicación hoy, parecieran ahondar en esta separación. En lugar de unirnos nos han aislado y convertido en seres solitarios, lejanos, antagónicos.

La Palabra de Dios en la liturgia de este día nos invita al encuentro, a acercarnos, mirarnos. ¡Sólo en la mirada profunda nos sabemos aceptados/as, amados/as! Hemos superado ya el límite de la genialidad para separarnos. Ahora el reto es recrear los medios para el encuentro. Pablo nos lo insinúa en la segunda lectura. Cristo es fuente de paz.

La pastoral que, en esencia debería ser la multiplicación de posibilidades para el encuentro, se ha reducido a hacer cosas. Hablamos sin ambages, de la “pastoral constructiva”. Somos expertos/as en el activismo, en la cositería del día a día. Y perdimos lo esencial: El pueblo nos necesita como sus pastores/as en cercanía y acompañamiento permanente. 

El evangelio es una invitación a la interioridad. Ésta es signo de armonía, de proyección gozosa. El pastor que no vive esta interioridad se dispersa y dispersa a las ovejas. Y cuando ya no hay guías, sucumbimos a la tentación estéril de convertirnos en perseguidores, cómplices de la mediocridad y del agotamiento espiritual de nuestro pueblo.