II Domingo de Adviento, Ciclo C
San Lucas 3, 1-6: Adviento es crecimiento

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy    

 

Adviento no es solo semilla. Es también tallos, flores y frutos. No es sólo anuncio. Es también visión. No es sólo encuentro, también es esperanza. Estamos llamados al crecimiento. Cuando un miembro del cuerpo comienza a detener su proceso normal, nos preocupamos, buscamos medios oportunos para su tratamiento.

Adviento nos ofrece una de las oportunidades más felices para abrir nuestra fe a las virtualidades de su desarrollo y realización. Lo que ha comenzado en nosotros/as, dice Pablo, Dios lo llevará a feliz término. Son semillas lo que Dios siembra. Bajo nuestra responsabilidad está el cuidado y crecimiento.

En su menú hoy, Pablo nos da una de sus sentencias más selectas: “Y esta es mi oración: Que su comunidad de amor siga creciendo más y más…”. Tantos elementos juntos como para darle movilidad, celeridad, energía a nuestra vida cristiana: Oración, comunidad, amor. Y todo buscando una meta clara, definitiva: El fruto de la salvación que es Jesucristo.

Este crecimiento exige todo un proceso: “Allanar los senderos, enderezar lo torcido, ‘inventar’ itinerarios de rectitud y justicia”. Montañas de cosas inútiles, simas vertiginosas de vacíos, barrancos de escasez de los esencial. Con Pablo volvemos a la exigencia del discernimiento para buscar lo esencial en nuestra vida de fe.  Crecer es asumir lo esencial.

Cochabamba 06.12.09

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