Fiesta. Bautismo del Señor
San Lucas 3, 15-16.21-22:
Cristianismo anónimo

Autor: Padre Jesús E. Osorno Gil. mxy    

 

El gran humanista francés Bernanós decía: “Una las características del siglo XX ha sido la cobardía de los cristianos/as. No tienen orgullo de su fe”. Poco a poco hemos ido convirtiendo nuestra vida de creyentes en actos sociales, presencias fugaces, adornos y atuendos vistosos, amuletos milagreros, todo tan vacío, sin consistencia, sin compromisos.

El bautismo de Jesús nos invita a volver a las fuentes primordiales de nuestra fe. Es un bautismo en espíritu y en fuego según Lucas y Marcos añade, en fuego y en sal. Es bautismo de vida nueva en el Espíritu, bautismo que transforma, quema y restaura, bautismo que da sabor a la vida y genera potencialidades en ardor y visión.

No es un bautismo compatible con mediocridades y pasividades. No es algo ocasional. Ni para esconder. Con Isaías volvemos a retomar aquello de “elevar los valles, abajar montes y colinas, enderezar lo torcido”. Montañas de presunciones, simas vertiginosas de vacíos, no-sentido, anonimato, aturdimiento que tenemos que llenar, reparar, sanar.
Y volver a abrir los oídos a la Palabra, al Hijo muy amado, bondad de Dios, Amor de Dios a la humanidad. Esto nos invita a la novedad, al cambio con mentalidad y actitudes nuevas. Podríamos quedarnos con preguntas tan simples como, ¿Por qué tanta frialdad y anonimato en nuestras vidas cristianas? ¿Dónde están nuestro testimonio, audacia y valentía?

Cochabamba 10.01.10