II Domingo de Pascua, Ciclo C

Juan 20, 19-31 : “Paz a vosotros” (Jn 20,19)

Autor: Padre Joaquín Obando Carvajal

 

 

Comentario:


Juan 20, 19-31 : “Paz a vosotros” (Jn 20,19)
Tomás lo tenía claro. Pretendía conseguir su propia experiencia pascual desde la verificación de la “realidad” con sus manos y sus ojos. Como si la verificación científica le llevara al encuentro con el Señor Resucitado. La experiencia de la fe es el camino para ese encuentro: “Dichoso los que crean sin haber visto” (Jn 20, 29).

La iniciativa del encuentro siempre la tiene El. Es quien entra, “estando las puertas cerradas, y se pone en medio de los discípulos” dominados por el miedo a los judíos. Todo miedo tiene mucho que ver con la muerte. La resurrección se vive y se hace presente donde se trabaja por la vida y se combate contra la muerte, dominando todo lo negativo en la propia existencia y luchando contra todo lo que deshumaniza y mata al hombre.

Cuando trabajamos por ser más fieles al mensaje de Jesús; cuando nos preocupamos por dar vida a los que sufren, a quienes están amenazados en su dignidad y en su vida, estamos testimoniando que creemos en el gesto resucitador de Dios.

Ya no será la “verificación científica” y palpable de la resurrección. Es abrirse a la fe que posibilita el encuentro con el Resucitado, para vivir como resucitados desde la fidelidad en el seguimiento, desde el servicio, la búsqueda del bien y la verdad, y desde el compromiso de quien se siente testigo de la vida y del amor.

La presencia de Cristo vivo lo cambia todo. Arranca el miedo del corazón, es un derroche de paz y de alegría, e infunde su aliento, impulso evangelizador: “Como mi Padre me envió, así también os envío yo” (Jn 20, 21).

El encuentro con el Señor Resucitado tiene su verificación más auténtica cuando la paz y la alegría se hacen presentes en el corazón del creyente; cuando una fuerza impulsa a comunicar a otros lo que se ha vivido y experimentado para ser con Cristo fermento y sal. Cuando se lucha por superar una vida cargada de conflictos y enfrentamientos, escogiendo los caminos del diálogo, la comprensión y el mutuo entendimiento. Caminar por este sendero y gozar de la paz pascual, el gran don del Señor Resucitado: “Paz con vosotros” (Jn 20, 19.21). Dos veces saluda Cristo resucitado a los suyos con la paz. Sabe El muy bien que la paz es una de las mayores aspiraciones del hombre, pero conoce también que su consecución no es tarea fácil.

Jesús resucitado nos invita a dejarnos guiar por el Espíritu: “Recibid el Espíritu Santo” (Jn 20, 23). Espíritu que habita en nosotros como fuerza renovadora por el perdón para ser también instrumentos de perdón y reconciliación.

El encuentro con el Señor Resucitado tiene su camino en la fe. Esa fe hay que vivirla y potenciarla en la Comunidad. Dos veces fue el saludo de la paz, y también dos veces nos dice el evangelista que “los discípulos estaban reunidos”. La aventura de la fe tiene un firme soporte en la Comunidad donde se comparte la vivencia de haber visto al Señor; donde se celebra su presencia salvadora actualizada en los sacramentos, y donde se renueva el impulso evangelizador sabiendo que no estamos solos para llevar adelante la tarea de comunicar que Cristo ha vencido al mal y a la muerte.