Domingo XXII del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

ü Lecturas:

o   Libro del Eclesiástico 3, 17-18.20.28-29

o   Carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24ª

o   Lucas 14, 1.7-14

 

ü Jesús es un fino observador del comportamiento humano. Habiendo sido invitado a cenar a la casa de un importante líder religioso de la comunidad, analizó cómo actuaban los invitados. Podemos agrupar sus comentarios en dos categorías: comentarios hechos a propósito de la ubicación en la mesa del banquete y comentarios hechos a propósito del perfil de los asistentes.

 

ü Aunque pareciera que las observaciones de Jesús se refieren a normas de urbanidad y protocolo, su alcance va mucho más lejos pues apunta a su significación religiosa.

 

ü Empecemos, entonces, con el orden con que los invitados se sientan a la mesa:

o   Jesús observa que corren para ocupar los primeros puestos. Quieren sentarse junto al anfitrión y los invitados de honor.

o   Jesús pone de manifiesto una debilidad humana,  que consiste en la búsqueda de protagonismo. A los seres humanos nos fascina aparecer. ¿Cómo analiza Jesús esta ansia de figuración?

o   Su comentario es cáustico: estas personas son unos maleducados que atropellan a los demás y no esperan a que se les indique el lugar asignado; además  corren el peligro de quedar mal a los ojos de los demás pues les pueden pedir que desocupen el puesto que invadieron.

o   Ahora bien, Jesús no está interesado en darnos una lección de protocolo y buenas maneras; su  intervención va más a allá de los hechos sociales.

o   Sus críticas apuntan al afán de honores y a la búsqueda de protagonismo. Se sirve de la imagen del banquete para denunciar el comportamiento de los que buscan sobresalir ante los hombres y ante Dios.

o   En la nueva comunidad que él ha venido a instaurar, las reglas de juego son diferentes: al que quiere sobresalir, lo ubican en los últimos lugares; a la persona que no muestra aires de superioridad y protagonismo la pasan a los primeros lugares.

o   Para entrar en la dinámica del Reino, los discípulos debemos vivir con la sencillez  testimoniada por  el Maestro, sintiéndonos invitados y sin  sentir  preocupación por el puesto que nos será asignado.

o   Jesús propone un manual revolucionario de urbanidad, muy diferente del que se utiliza en los eventos sociales. Denuncia la actitud de aquellos creyentes que se sienten excesivamente seguros a causa de su virtud, que se creen superiores a los demás como si hubieran adquirido unos derechos que deben ser respetados por el mismo Dios.

o   Los seres humanos hacemos el ridículo cuando pretendemos ensalzarnos ante nuestros semejantes; es todavía peor cuando lo hacemos ante Dios.

o   En síntesis,  el primer mensaje  del evangelio de este domingo es una exhortación a la sencillez y una invitación a buscar siempre un bajo perfil.

 

ü En segundo lugar, Jesús hace unas observaciones sobre el perfil de los invitados:

o   Su propuesta es muy extraña: “Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos”.

o   Definitivamente, no entendemos a Jesús. Si no invitamos a estas personas, entonces ¿a quién invitamos?

o   A continuación presenta una lista sorprendente: “Invita  a los pobres, lisiados, cojos y ciegos”.  Los cuatro miembros del primer grupo están unidos por lazos de amistad, de sangre y de dinero. Los cuatro miembros del segundo grupo sólo tienen en común su marginación, pues carecen de todo protagonismo social.

o   ¿Cuál es la intención de Jesús al proponernos esta lista alternativa? Él no está en contra de la amistad y de las relaciones familiares. Pero sí nos quiere hacer reflexionar sobre los motivos que animan la vida social. Es muy fácil amar al que nos ama, invitar al que nos invita, compartir con el que nos ha dado algún regalo.

o   A continuación propone una nueva y sorprendente bienaventuranza: ¡Dichoso tú si no pueden pagarte!”

o   Todas las relaciones sociales están montadas sobre el intercambio, se trata de un dar y recibir continuo:  me invitan entonces yo invito, me hacen un regalo entonces yo estoy atento para hacer otro tanto.

o   El mensaje de fondo es la gratuidad, que nos parece tan ajena a lo que solemos vivir. Esta lista alternativa de invitados marginados está constituida por seres que no están en capacidad de devolver nada material.

o   Jesús nos está motivando para que modifiquemos las motivaciones que inspiran nuestras actuaciones, para que desterremos los cálculos interesados, para que demos sin esperar recompensa, para que ayudemos a los demás sin soñar que un día podremos recibir alguna condecoración... 

Es hora de terminar nuestra meditación dominical. Jesús, como fino observador del comportamiento humano, critica a quienes buscan  el protagonismo de los primeros puestos y a quienes llevan una cuidadosa contabilidad de las invitaciones hechas y recibidas. El Reino de Dios  está construido sobre una lógica diferente, la lógica de la sencillez y de la gratuidad.