Domingo XXVII del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.
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Lecturas:
o
Profeta Habacuc
1, 2-3. 2, 2-4
o
Segunda carta de
San Pablo a Timoteo 1, 6-8. 13-14
o
Lucas 17, 5-10
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El evangelio de hoy tiene como tema la fe. Este tema tan
hondo, que compromete las raíces más profundas y misteriosas del ser humano, es
desarrollado de una manera aparentemente descomplicada. Digo “aparentemente”,
pues la sencillez del vocabulario y de las imágenes utilizadas puede
conducir a errores de juicio. En su aparente
simplicidad, el texto propone a nuestra consideración un tema complejo.
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Todo comenzó con
una petición de los seguidores de Jesús: Señor, auméntanos la fe:
o
Este petición
sugiere una situación vacilante de la primera comunidad cristiana. A pesar de
estar muy frescos los recuerdos de la pascua de Jesús, sus seguidores sufrían
las presiones del entorno: los judíos los consideraban traidores a sus
tradiciones religiosas, y los romanos sospechaban de ellos.
o
Recordemos que
las crisis han acompañado a los seguidores de Jesús a lo largo de la historia.
No es fácil ser creyente. En cada etapa de la historia, la fe ha tenido que
enfrentar fuerzas enemigas poderosas.
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En nuestra época, ¿cuáles son los cuestionamientos que
debe resolver el creyente? ¿Cuáles son las situaciones que amenazan la solidez
de nuestro compromiso cristiano? De manera esquemática y breve voy a referirme a
tres situaciones que golpean duramente a los creyentes, sacudiendo los cimientos
de la fe: la injusticia, el materialismo y los escándalos dentro de
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Hay personas a
quienes la existencia de terribles injusticias sociales les dificulta aceptar la
existencia de un Dios justo. El escándalo de la violencia, en particular aquella
ejercida contra los niños y la población vulnerable, les enreda su relación con
Dios.
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Además de las
injusticias, el materialismo de nuestro tiempo hace vacilar la fe de muchos
creyentes. Parecería que la racionalidad científica tiene la respuesta para
todas las preguntas; el consumismo y el hedonismo son los valores predominantes,
y no hay lugar para los valores del espíritu.
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Por eso, confundidos por
las graves inequidades de nuestra época y el
materialismo, hacemos nuestra la petición de los discípulos de Cristo:
Auméntanos la fe.
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Una tercera
fuente de crisis para los creyentes son los escándalos dentro de la vida de la
comunidad.
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¿Qué es el escándalo? Según el Diccionario de María
Moliner,
muy respetado en la lengua castellana, se entiende por
escándalo “un hecho o suceso inmoral o contra las convenciones sociales,
ocurrido entre personas tenidas por respetables, que da lugar a que la gente
hable mucho de él”. En este definición encontramos tres elementos: una acción,
unos actores y unas consecuencias:
o
Una acción que
puede tener dos características: es contra la moral o es contra las costumbres
socialmente aceptadas.
o
Unos actores:
personas que ocupan un lugar destacado dentro de la sociedad y de quienes se
espera que den buen ejemplo.
o
Unas
consecuencias: comentarios y chismes.
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En esta meditación dominical analicemos los
comportamientos de un grupo de personas cuyas orientaciones tienen un peso muy
grande dentro de la
sociedad: los sacerdotes.
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Es grave cuando los líderes religiosos no están a la
altura de su misión y su
comportamiento produce desconcierto en el pueblo de
Dios.
¿Cuáles son aquellos comportamientos que más escandalizan
a la comunidad?
o
La comunidad
rechaza a aquellos sacerdotes que en el ejercicio de su ministerio muestran
apetito de poder. Esos pocos sacerdotes no entienden que su misión es de
servicio y se muestran arrogantes y prepotentes. Estas actitudes se traducen en
maltrato con quienes se acercan para solicitar sus servicios pastorales.
o
La comunidad
rechaza a aquellos sacerdotes que en el ejercicio de su ministerio muestran
avidez por el dinero. Hacen de los sacramentos una mercancía que se negocia.
Ahora bien, es de elemental justicia que el sacerdote tenga lo suficiente para
llevar una vida digna. Pero hay una frontera muy clara que separa la vida digna
del afán de lucro.
o
La comunidad rechaza a aquellos sacerdotes que no son
transparentes en su afectividad y en su sexualidad. En lugar de ser fieles al
celibato que prometieron, establecen relaciones ambiguas con sus feligreses.
Estos comportamientos, que merecen una condena firme, entran bajo el derecho
penal cuando se trata de menores de edad.
o
Las palabras de
Jesús son tajantes: “¡Ay del que provoca los escándalos! Más le valdría que le
amarraran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar, antes de
escandalizar a uno de estos pequeños”
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La petición de los seguidores de Jesús – auméntanos la fe
– se justificaba hace dos mil años y sigue teniendo vigencia, pues nuestra fe
vacila frente a las injusticias, el materialismo
y
los escándalos.
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¿Cómo responde
Jesús a esta petición? En lugar de dar una respuesta directa, les dice: “Si
tuvieran la fe como un granito de mostaza, dirían a la morera: arráncate de raíz
y plántate en el mar, y les obedecería”
o
Los discípulos
piden cantidad – “auméntanos la fe” – y Jesús les habla de calidad; basta un
poco de fe, con tal de que sea auténtica.
o
La fe de la que habla Jesús no lleva un registro cuidadoso
de las iniciativas que se han puesto en marcha, ni pide reconocimientos
especiales. Este es el mensaje que Jesús quiere transmitir con la parábola del
salario del servidor. Después de utilizar todos los medios y estrategias para
servir a Dios y a los hermanos, tenemos que reconocer: Somos unos simples
empleados, hicimos lo que teníamos que hacer.
o
La fe de la que nos habla Jesús consiste en un encuentro
personal con Dios,
basado en una confianza total. No hay lugar para
los cálculos egoístas ni para las manipulaciones.
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Es hora de terminar nuestra meditación dominical, que ha
estado centrada en la fe. Los seguidores de Jesús sienten que su fe vacila; por
eso le piden que se las aumente. También nosotros sentimos que los cimientos de
nuestra fe se
sacuden por las crueles injusticias que vemos, por
el materialismo que nos rodea
y por los escándalos dentro de la comunidad de los
fieles. Que el buen Dios nos conceda avanzar en su conocimiento y nos permita
construir una sólida relación con Él.