III Domingo de Adviento, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

ü Lecturas:

o   Profeta Isaías 35, 1-6.10

o   Carta del apóstol Santiago 5, 7-10

o   Mateo 11, 2-11

 

ü El evangelio de hoy tiene como personaje central a Juan Bautista, el Precursor. Este texto tiene tres partes claramente diferenciadas: la pregunta que hace Juan Bautista sobre la identidad mesiánica de Jesús, la respuesta de éste y el testimonio de Cristo sobre Juan. Los invito a reflexionar sobre cada una de estas partes o segmentos.

 

ü Juan estaba preso en la fortaleza de Maqueronte, en la ribera oriental del Mar Muerto, y allí le llegaron noticias sobre las obras que realizaba Jesús y sobre su estilo de evangelización:

o   Ciertamente el estilo apostólico de Jesús y las amistades que tenía suscitaban algunos interrogantes entre los seguidores del Bautista pues se daban cuenta de que Jesús rompía con muchos convencionalismos.

o   Para salir de la duda, Juan envió a dos discípulos para que aclararan la identidad de Jesús: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”

o   Esta pregunta contiene una preocupación que es válida, ayer y hoy, no solo para Israel sino para otras comunidades. A lo largo de la historia, particularmente cuando un pueblo está viviendo  situaciones de fracaso, surgen autoproclamados mesías  que se presentan como los grandes salvadores y el pueblo los acoge…

o   Uno de los casos más dramáticos es el de Hitler, quien se presentó como el mesías de Alemania, que había sufrido la derrota de la I Guerra Mundial y había tenido que firmar el humillante Tratado de Versalles, padecía una inflación desbordada y los índices de desempleo eran apabullantes. En medio de este caos surge Hitler, quien promete devolver la dignidad al pueblo alemán. Todos conocemos la hecatombe – para utilizar la palabra de moda en Colombia – que provocó este siniestro personaje.

o   Por eso es muy pertinente la pregunta que formulan los discípulos de Juan: “¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”

 

ü ¿Cómo responde Jesús?

o   Jesús no responde directamente sino que remite a las acciones realizadas por él, las cuales han sido hechas ante todo el pueblo.

o   Estos signos de Jesús están en total continuidad con la tradición profética. Recordemos que en la primera lectura, tomada del profeta Isaías, se describen los hechos que acompañarán la venida del liberador de Israel; dice Isaías: “Se iluminarán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se abrirán. Saltará como un ciervo el cojo y la lengua del mudo cantará”.

o   Teniendo como telón de fondo estas palabras de Isaías, Jesús responde a los discípulos de Juan: “Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo”; y en seguida hace un recuento de las curaciones realizadas.

o   Es muy interesante que Jesús no presente como credenciales de su mesianismo la observancia de la ley o los ayunos realizados, como lo harían los judíos ortodoxos. Sus credenciales como Mesías son signos liberadores realizados a favor de los excluidos de la sociedad; Jesús realiza gestos de vida.

o   Los relatos de los milagros nos muestran a Jesús como el gran promotor de la vida, que lucha contra todo lo que impide la realización de los seres humanos, siempre buscando el crecimiento integral de las personas y liberándolas de todo aquello que las esclavizaba.

o   Los seguidores de Jesús debemos ser igualmente promotores de la vida y mediante nuestras acciones con los más necesitados debemos ayudar a que vivan en condiciones humanas y tengan oportunidades para crecer y realizarse como personas.

 

ü En la tercera parte del texto evangélico de hoy encontramos el testimonio que Jesús da sobre Juan Bautista:

o   En su público reconocimiento hacia la persona y el mensaje del Bautista, utiliza, como recurso literario, las preguntas. Se dirige a la multitud y pregunta: ¿Qué fueron ustedes a ver en el desierto? ¿A una caña azotada por el viento? ¿A un hombre lujosamente vestido?

o   Jesús, tan sobrio en sus palabras, afirma que Juan es más que un profeta, que desde antes fue identificado como aquel que prepararía los caminos del Mesías, y lo proclama como el más grande entre todos los seres nacidos de mujer.  ¡Es impresionante este homenaje que el Hijo de Dios rinde a la vida y obra del Bautista!

 

ü Es hora de terminar nuestra meditación dominical. ¿Qué mensaje podemos llevar a nuestras casas al finalizar esta eucaristía? Jesús presenta como prueba de la autenticidad de su misión las acciones realizadas con las personas que sufren. Así nos está diciendo que la autenticidad de nuestra fe se muestra mediante las acciones  que hagamos con los más necesitados. Los gestos de amor y de solidaridad son el sello de autenticación  de la seriedad de nuestra vida como creyentes.