Domingo XII del Tiempo Ordinario, Ciclo A

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

ü       Lecturas:

o       Jeremías 20, 10-13

o       Carta de San Pablo a los Romanos  5, 12-15

o       Mateo 10, 26-33

 

ü      Quisiera invitarlos a concentrar nuestra meditación dominical en el evangelio, que nos pone de presente temas de gran actualidad:

o       Cuando el evangelista Mateo nos dice que “nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse”, está manifestando una experiencia arrolladora: no existe  la mentira perfecta, no se ha inventado el robo que permanecerá eternamente en el misterio. Tarde o temprano la verdad terminará  por abrirse camino. En términos positivos, podemos expresar esta afirmación de San Mateo con una palabra que está de moda, la transparencia.

o       El evangelio de hoy es una invitación a examinarnos sobre la transparencia de nuestros comportamientos. Hagamos un rápido repaso de las relaciones familiares, de las actividades económicas y revisemos algunos comportamientos dentro de la Iglesia.

 

ü      Empecemos, pues, por las relaciones familiares:

o       El domingo en que celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad decíamos que Dios, en su intimidad, es comunicación y amor. También decíamos que las familias crecían como imágenes y semejanza de Dios en la medida en que iban construyendo una relación alimentada por la comunicación sincera y por el amor que todo lo comparte y tolera.

o       Infortunadamente, la comunicación dentro de la familia suele reducirse a un intercambio de información puramente funcional: “¿pagaste los servicios?, ¿cubriste el sobregiro?, hay que llevar a los niños donde el pediatra, mañana es el cumpleaños de la abuela...”

o       Y lo que es peor, la vida familiar se va salpicando de pequeñas y grandes mentiras, con la consecuente pérdida de confianza.

o       El mentiroso cree que no está dejando ninguna huella. ¡Vana ilusión! Siempre quedará alguna evidencia (por ejemplo, el “voucher” de la tarjeta de crédito, el registro de las llamadas por celular, el comentario imprudente de algún conocido).

o       Las personas que emprenden el camino de las disculpas y de las mentiras terminan enredadas en su propia telaraña.

o       Recordemos las sabias palabras de San Mateo en el evangelio de hoy: “nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse”

o       Invito, pues, a hacer una pausa en nuestro camino para examinar la transparencia de nuestras comunicaciones intra familiares.

 

ü       Demos un paso adelante y reflexionemos sobre la transparencia en el mundo de los negocios:

o       El tema es inmensamente complejo porque toca muchos campos de la actividad económica.

o       Ciertamente las grandes empresas han dado pasos muy significativos en cuanto a la constitución de las Juntas Directivas, que no pueden ser una simple “rosca” de amigos sino que deben representar los diversos intereses y deben permitir la participación de los accionistas minoritarios.

o       También se ha progresado en cuanto a la presentación de los estados financieros. Este aprendizaje ha sido doloroso, pues ha sido después de los escándalos de empresas robadas por sus directivos, que presentaron cifras “maquilladas” con la complicidad de revisores fiscales y auditores.

o       Los contadores públicos tienen una enorme responsabilidad ética y social pues con su firma están dando fe de la transparencia de una gestión.

o       Volvamos a las sabias palabras de San Mateo en el evangelio de hoy: “nada haya cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse”

o       Los Gobiernos, incluido el gobierno colombiano,  han emprendido una cacería  contra los evasores de impuestos. La tecnología, que permite cruzar millones de datos, es un detective implacable que descubre a los evasores del IVA, las dobles contabilidades, las compañías que sólo existen sobre el papel. A regañadientes, muchos profesionales independientes, comerciantes, ganaderos, etc.  están descubriendo que es mejor hacer las cosas según los procedimientos  fijados por la ley y obrando según la ética de los negocios.

 

ü      Como último punto de esta meditación dominical quisiera referirme a algunas prácticas que se dan dentro de la Iglesia:

o       ¡Cuánto nos cuesta reconocer nuestros pecados y equivocaciones!

o       Juan Pablo II dio un formidable testimonio de honestidad al reconocer que a lo largo de su historia la Iglesia había asumido actitudes de intolerancia frente a otras religiones y razas, y frente a las ideas de respetados pensadores de dentro y fuera de la Iglesia.

o       La honestidad de Juan Pablo II tuvo que enfrentar críticas provenientes de su mismo entorno. Algunos funcionarios de la Curia Romana opinaban que el reconocimiento de estos capítulos oscuros socavaba la credibilidad de la Iglesia. ¡Todo lo contrario! La autoridad moral se fortalece con la verdad; la autoridad moral se pierde con el encubrimiento y con las disculpas.

 

ü      Es hora de terminar nuestra meditación dominical. Estimulados por las palabras de San Mateo hemos hecho un alto en el camino para revisar la transparencia de las relaciones intra familiares, la transparencia en los negocios y en la vida de la Iglesia. Pidámosle al buen Dios que nos dé valor para asumir nuestras responsabilidades y para actuar siempre en la verdad.