Domingo V del Tiempo Ordinario, Ciclo B

Autor: Padre Jorge Humberto Peláez S.J.

 

ü     Lecturas:

o       Libro de Job 7, 1-4.6-7

o       Primera Carta de San Pablo a los Corintios 9, 16-19.22-23

o       Marcos 1, 29-39

 

ü     Uno de los aportes más enriquecedores de este texto del evangelio de Marcos es permitirnos conocer un día de trabajo de Jesús. Es como si tuviéramos acceso a su agenda. Allí encontramos actividades intensas que se alternan con momentos de descanso, diálogos con las multitudes así como con grupos más reducidos, acción y oración… Se trata de una agenda llena de compromisos, con expectativas muy altas por parte de quienes lo escuchaban, y con sospechas que al principio sólo aparecieron tímidamente pero que con el paso de los días fueron cargándose de agresividad. Así vive Jesús su agenda cotidiana, así va manifestando el reino de Dios.

 

ü     Este relato de Marcos también nos permite conocer los espacios en los cuales evangeliza Jesús:

o       Un lugar importante de la acción evangelizadora fue la sinagoga, lugar de encuentro de los judíos como comunidad de fe. Ahora bien, las relaciones de Jesús con el espacio religioso de la sinagoga fueron bastante tensas pues en ella se atrincheraron sus contradictores.

o       Un segundo espacio de la actividad pastoral de Jesús fue el hogar de sus amigos y familiares. El evangelio de hoy nos lo muestra interactuando con la familia de Pedro, el cual hacía poco se había vinculado al grupo de sus colaboradores inmediatos. Jesús dio gran importancia a estos momentos de intimidad y privacidad aportando así una dimensión divina a los vínculos del afecto y de la amistad.

o       Y en tercer lugar, Jesús realizó su acción pastoral  en las plazas y caminos. El espacio público, del que tanto hablan nuestros urbanistas, constituyó así un tercer escenario para hacer su propuesta de  una convivencia basada en el amor y en la justicia.

o       El uso generoso que Jesús hizo de estos tres espacios (el cultual, el familiar y el público) nos muestra que la experiencia religiosa  no está circunscrita a los muros de las iglesias y conventos. No. El mundo ancho y ajeno, la ciudad con sus plazas y centros comerciales, es el gran escenario en el que Dios toca el corazón de los seres humanos.

 

ü    ¿Cómo se presentó este Jesús que se movía con tanta familiaridad en la sinagoga, en las casas de familia y en la plaza pública? Jesús se manifestó como el gran promotor de la vida:

o       Jesús curó a los enfermos, se preocupó por las viudas, atendió a los excluidos de la sociedad. Para todos aquellos que carecían de protagonismo social y político, Jesús tuvo una palabra eficaz de esperanza. Donde Jesús se hace presente,  hay liberación de las esclavitudes, se crece en humanidad, se descubre la oferta de salvación.

o       Jesús tiene la capacidad  de transformar el dolor en salud, la soledad en gozo compartido, la exclusión en integración a la comunidad, la duda en certeza.

o       Si tal era el clima que irradiaban los gestos y las palabras de Jesús, toda la actividad evangelizadora de la Iglesia debe ser un canto a la vida, una invitación a la alegría y al optimismo. Por eso es inaceptable la actuación de ciertos ministros de la Iglesia que maltratan a los fieles, que los regañan, que cierran puertas en vez de tender puentes.

 

ü      Quisiera llamar la atención sobre dos detalles, aparentemente pequeños pero cargados de significado, que aparecen en la descripción de la curación de la suegra de Pedro:

o       Se dice que Jesús le cogió la mano y la levantó. Es un  gesto lleno de afecto y respeto hacia una persona mayor que sufría las limitaciones que traen los años. Jesús nos da una lección de delicadeza con las personas mayores.

o       Y el evangelio también nos dice que cuando a ella se le pasó la fiebre, se puso  a servirles. Al hacer esta anotación, el evangelista no sólo está expresando la reacción natural de un ama de casa agradecida, sino que contiene un mensaje teológico: aquellas personas  que han recibido oportunidades y beneficios especiales deben preocuparse por  servir a los demás. Los beneficios no son para nuestro disfrute egoísta sino que deben ser proyectados a la comunidad.

 

ü      Dentro de la agenda de Jesús, la oración ocupaba un lugar principalísimo:

o       Buscaba la soledad para dialogar con su Padre; allí, en medio del silencio, descubría cuál era su voluntad.

o       Jesús nos enseña a no sucumbir a la tentación del activismo. Por exigentes que sean las presiones provenientes del medio externo, debemos sacar tiempo para evaluar el camino recorrido, reconocer nuestros errores, introducir los ajustes necesarios, pedir al Señor que bendiga nuestros esfuerzos y que permita que ellos den fruto.

o       Allí, en el silencio  de la oración, él tomó una importante decisión estratégica: aunque las multitudes querían retenerlo, decidió trasladarse a otros lugares donde lo necesitaban.

 

ü      Es hora de terminar esta sencilla meditación dominical, que nos ha permitido repasar la agenda cotidiana de Jesús, en la cual se alternaban las actuaciones públicas, el diálogo cálido con los amigos y la oración íntima con Dios Padre. Como conclusión práctica, revisemos nuestras agendas de manera que no permitamos que la presión de los compromisos nos lleve a descuidar nuestra vida espiritual, la salud y el compartir con la familia y los amigos.