Reflexiones Bíblicas
San Mateo 12, 38-42

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos ver un signo tuyo."

Él les contestó: -Esta generación perversa y adúltera exige un signo; pero no se le dará mas signo que el de Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.

Cuando juzguen a esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que la condenen, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.

Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón."

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El libro de Jonás era uno de los más populares del AT. Contenía un mensaje a la vez de esperanza y de aviso. Los otros profetas habían encontrado resistencia, incredulidad e incluso decidido rechazo; a la predicación de Jonás, en cambio, toda la ciudad de Nínive había hecho caso y se había arrepentido. Este era el aspecto esperanzador del libro: la enmienda es siempre posible. Pero Nínive era una ciudad pagana: en esto estaba el aviso. No había nada en la historia de los judíos que pudiera compararse con el arrepentimiento de Nínive. De esto toma pie Jesús para su amenazadora predicción. La moraleja es la misma para el segundo ejemplo. La reina del Sur era también pagana. Ambos ejemplos se terminan con un colofón que marca la diferencia entre aquellas circunstancias y la presente: «hay más que Jonás aquí», «hay más que Salomón aquí» (cf. 12,6). El Mesías es un profeta muy superior a Jonás y un rey mucho más sabio que Salomón. La culpa de «esta clase de gente» es mayor que la de sus antepasados. El ejemplo de Salomón y la reina compara lo sucedido entonces con lo que sucede con Jesús: los paganos muestran mayor sensibilidad que los judíos y dan mejor respuesta a la invitación de Dios.

El pasaje está en relación con varios anteriores, en primer lugar con el del centurión, donde se comparaba la fe de un pagano con la de Israel (8,5-13). También con la invectiva contra las ciudades galileas, comparándolas con las paganas (11,20-24). Finalmente, con la acción de gracias de Jesús (11,25-30): los «sabios y entendidos» de aquel pasaje están representados aquí por los fariseos y, en par­ticular, por los letrados. Estos constituyen «la gente malvada e idólatra». La «sabiduría» es la mencionada en 11,19.