Reflexiones Bíblicas
San Mateo 13, 54-58

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

En aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: "¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?".Y aquello les resultaba escandaloso.

Jesús les dijo: "Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta". Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.

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Esta escena pone el punto final a la enseñanza de Jesús «en las sinagogas» (4,23; 9,35). Resume, por tanto, la actitud de Israel (54: «su tierra/su patria») frente a Jesús al término de su actividad en Galilea. Pronto la dejará del todo para comenzar su camino (19,1). La escena es paradigmática: resume la crisis de fe planteada a partir del cap. 11 (cf. 11,6: «dichoso el que no se escandalice de mí», y 13,55).

El tono despectivo («éste») de las preguntas que se hacen los compatriotas de Jesús hace que equivalgan a negaciones. El hecho de que sea el hijo del carpintero hace dudar de su saber y sus obras. Al no poderlas atribuir a Dios, sospechan o acusan a Jesús de magia. Es el eco popular de la acusación de los fariseos (12,24).

La gran equivocación es que lo consideran hijo del carpintero. No descubren en Jesús más de lo que sabían. Viendo no entienden. Israel, juguete de los círculos fariseos, no capta el secreto del reino.