Reflexiones Bíblicas
San Mateo 19, 23-30

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Creedme; difícilmente entrará un rico en el Reino de los cielos. Lo repito: Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de los cielos". Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: "Entonces, ¿quién puede salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Para los hombres es imposible; pero Dios lo puede todo". Entonces le dijo Pedro: "Pues nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?" Jesús les dijo: "Creedme, cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre y madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos serán primeros".

COMENTARIOS

Habéis escuchado, hermanos míos, que Pedro y Andrés, al escuchar la primera llamada de su voz, abandonaron sus redes para seguir al Redentor (Mt 4,20)... Es posible que alguno, en voz baja, se diga: ¿Qué es lo que estos pescadores abandonaron para obedecer a la llamada del Señor, si no tenían apenas nada? Pero en esta materia debemos considerar las disposiciones del corazón antes que la fortuna. Mucho ha dejado el que nada ha guardado para sí; mucho ha dejado el que lo ha abandonado todo, aunque fuera muy poca cosa. Nosotros, lo que poseemos, lo conservamos con pasión, y lo que no tenemos, lo deseamos y perseguimos con el deseo. Sí, Pedro y Andrés han dejado mucho, puesto que tanto uno como otro han abandonado incluso el deseo de poseer. Mucho han dejado, puesto que renunciando a sus bienes, renunciaron también a sus codicias. Siguiendo al Señor renunciaron a todo lo que hubieran podido desear si no le hubieran seguido. San Gregorio Magno