Reflexiones Bíblicas
San Lucas 6, 1-5Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J
Evangelio:
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus
discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.
Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está
permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y
sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes
presentados -que sólo pueden comer los sacerdotes-, comió él y les dio a sus
compañeros". Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del sábado".
COMENTARIOS
Cada uno de os días de la creación es grande, pero ninguno
puede compararse al séptimo; porque no es la creación de uno u otro elemento
natural que se propone a nuestra contemplación, sino el descanso del mismo Dios
y la perfección de todas las criaturas. Porque leemos: «Y concluyó Dios para el
día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día séptimo de todo
el trabajo que había hecho» (Gn 2,2). ¡Grande es este día, insondable su reposo,
magnífico este sábado! ¡Ah, si tú lo pudieras comprender! Este día no viene
marcado por el recorrido del sol visible, no comienza cuando éste se levanta, ni
se acaba cuando se pone; no tiene ni mañana ni atardecer (cf Gn
1,5)...Escuchemos al que nos invita al descanso: «Venid a mí todos los que
estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11,28). Es la preparación del
sábado. En cuanto al mismo sábado escuchemos además: «Cargad con mi yugo y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro
descanso» (v 29). Éste es el reposo, la quietud, el verdadero sábado.
Porque este yugo no pesa sino que une; esta carga tiene alas, no peso. Este yugo
es la caridad, la carga es el amor fraterno. Aquí es donde se encuentra el
descanso, donde se celebra el sábado, donde uno se libera de la esclavitud... Y
si, por casualidad, nuestra debilidad deja escapar alguna falta, la fiesta de
este sábado no se interrumpe, porque «la caridad cubre una multitud de pecados»
(1P 4,8).
Elredo de Rielvaux (1110-1167), monje cisterciense