Reflexiones Bíblicas
San Lucas 12, 35-38

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas; vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: os seguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y les irá sirviendo. Y si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.

COMENTARIOS

El desprendimiento no se produce de golpe ni de una vez por todas. De la misma manera, la confianza no se compra sino que se gana. En la medida en que el cristiano experimenta que dar no es perder, se va vaciando de preocupaciones materiales y va llenándose de confianza en el presente de Dios (el futuro para Dios no existe, como tampoco el pasado): «Porque donde tengáis vuestra riqueza, tendréis el corazón» (12,34). Hay quien la tiene en un banco o una caja, en posesiones o en acciones; hay quien la tiene en Dios, porque la ha depositado en los pobres: no hay ladrón ni atracador que pueda robar al que «vende sus bienes y lo da en limosna» (12,33). El que vendrá como un ladrón, en cambio, es el Hombre Jesús... en la persona que menos te esperas y cuando menos lo pienses.