Reflexiones Bíblicas
San Lucas 16, 9-15

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

En aquel tiempo decía Jesús a sus discípulos: "Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. El que es de fiar en lo menudo, también en lo importante es de fiar, el que no es honrado en lo menudo, tampoco en lo importante es honrado. Si no fuisteis de fiar en el vil dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, lo vuestro, ¿quién os lo dará? Ningún siervo puede servir a dos amos: porque o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero".

Oyeron esto unos fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de él. Jesús les dijo: "Vosotros presumís de observantes delante de la gente, pero Dios os conoce por dentro. La arrogancia con los hombres, Dios la detesta".

COMENTARIOS

El discurso sobre el reino y el capital se cierra con unas palabras de amonestación: el servicio de Dios y el culto a la riqueza son dos cosas incompatibles. Dios y las riquezas reclaman al hombre entero, cada uno por su lado. Dios quiere ser amado "con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente". Como muestra la experiencia, también la riqueza absorbe al hombre entero. Dinero, propiedad, ganancia encadenan al hombre, absorben sus fuerzas, lo dominan. ¿Cómo se suele conciliar tal servicio a dos señores, cada uno de los cuales exige entrega completa? ¿Puede un esclavo servir como tal a dos amos? Cada uno de éstos puede exigir a cada momento un servicio total. Nadie es capaz de prestar tal servicio simultáneo a dos señores. Las palabras de Jesús tienen por imposible un comportamiento doble. Servir a Dios y servir a Mamón exigen una decisión: servir a Dios o servir a Mamón.

En el poseer hay peligro de que ello quite al hombre la libertad de seguir la llamada y la palabra de Dios: "lo que cayó en zarzas son los oyen, pero con las preocupaciones y las riquezas y placeres de la vida se van ahogando y no llegan a madurar".