Reflexiones Bíblicas
San Lucas 19, 41-44

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, le dijo llorando: "¡Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida".

COMENTARIOS

Terrible profecía contra la ciudad santa, que tendría que servir de escarmiento y toque de atención para todos los pretendidos lugares sagrados. Estas «piedras» son inútiles, vacías de sentido, pues «no tienen ojos», no son humanas ni están abiertas al plan de Dios en la historia del hombre. La ciudad sagrada ha quedado a merced de las ambiciones de los poderosos. Las armas y fortificaciones, en que confiaba, se han revelado insuficientes en esta lucha desigual dentro de una misma escala de valores. ¡Siempre habrá uno más fuerte, que se preparará para la guerra espacial o de las galaxias! La «oportunidad» era el reconocimiento de un Mesías dispuesto a trastornar todos los valores y falsas seguridades del hombre. Jesús «llora» por el gran fracaso del pueblo escogido, un fracaso histórico, amargo, porque están en juego tantas vidas humanas. ¡Cuántos ayatolás no ha tenido la historia del hombre! Y, como siempre, ¡en nombre de Dios!