Reflexiones Bíblicas
San Lucas 5,27-32

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: "Sígueme." Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: "¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?" Jesús les replicó: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan."

COMENTARIOS

Algunos fariseos se asombran ante los discípulos de que su Maestro coma con pecadores. Jesús declara entonces que Él ha venido para los enfermos y los pecadores, y no para los sanos y justos.

Jesús piensa, sin duda, en esos "justos" que son incapaces de trascender la noción de justicia para llegar a reconocer la misericordia de Dios. Su actitud recuerda la de los obreros de la viña que reclamaron por la paga de los que trabajaron menos, o la del hijo mayor celoso por la bondad del padre hacia el hijo pródigo que más lo necesitaba; o a la del fariseo que se ufana de pagar con justicia hasta el más pequeño diezmo, pero desprecia el recurso del publicano a la misericordia.

Jesús opone entonces a una actitud reducida a la mera justicia del hombre, otra actitud basada en la misericordia. Recuerda que los profetas ya han rechazado el valor de los ritos, declarándolos incluso totalmente anulados en provecho de una fe basada en el amor y la misericordia.