Reflexiones Bíblicas
San Juan 7,1-2.10.25-30Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J
Evangelio:
En aquel tiempo, recorría Jesús la Galilea, pues no quería andar por Judea
porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las
tiendas. Después que sus parientes se marcharon a la fiesta, entonces subió
él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: "¿No es éste el que intentan
matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los
jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero éste sabemos de dónde
viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene."
Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: "A mí me conocéis, y
conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino
enviado por el que es veraz; a ése vosotros no lo conocéis; yo lo conozco,
porque procedo de él, y él me ha enviado." Entonces intentaban agarrarlo;
pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.
COMENTARIOS
Ser cristianos, por haber asumido de manera comunitaria unos compromisos en
el sacramento del bautismo, nos habilita para ser animadores de la vida y de
la fe en nuestras familias y comunidades. Muchas veces los laicos hemos
dejado esta tarea sólo a los ministros ordenados o a la vida religiosa, y
nos hemos desprendido de la responsabilidad misionera que nos confirió Dios
en el bautismo. Hoy tenemos que hacer conciencia de la misión que nos
incumbe a todos los cristianos en la vida de la familia, en la comunidad
eclesial y en la sociedad. Es ahí donde tenemos que dar razón de nuestra fe
y ser mensajeros de la verdad como hijos de la luz.