Reflexiones Bíblicas
San Juan 15,26-16,4a

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho."

COMENTARIOS

El Espíritu Santo ("Defensor, Paráclito") es quien da testimonio de Jesús. Es decir, las palabras y las obras de Jesús serán ratificadas por el Espíritu Santo. Jesús no habló ni actuó por cuenta propia, sino en nombre del Padre. El vino a decir y hacer lo que el Padre le encomendó. El Espíritu Santo será el que confirme la obra de salvación realizada por Jesús en el mundo. También sus discípulos darán testimonio, porque han participado del mismo Espíritu. Ellos, como Jesús, no hablan ni actúan según su propio parecer o capricho, sino según la voluntad del Padre. Y, nuevamente, es el Espíritu quien afirma la autenticidad de la obra discipular. Estar en comunión con Jesús y con su Espíritu es un aspecto fundamental en el seguimiento, porque el seguidor legítimo es el que hace siempre la voluntad de Dios. Y es el Espíritu el que da la fortaleza para permanecer siempre fiel a Jesús, aun en las persecuciones y conflictos generados por el anuncio de la buena noticia del reino.