Reflexiones Bíblicas
San Juan 16,12-15Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J
Evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por
ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad
plena. Pues lo que hable no será suyo: hablará de lo que oye y os comunicará
lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os
irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que
toma de lo mío y os lo anunciará."
COMENTARIOS
«¿Quién conoce lo íntimo del hombre, sino el
espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, lo íntimo de Dios lo
conoce sólo el Espíritu de Dios» (1 C 2,11). Apresúrate, pues, a participar
del Espíritu Santo: cuando se le invoca, ya está presente; es más, si no
hubiera estado presente no se le habría podido invocar. Cuando se le llama,
viene, y llega con la abundancia de las bendiciones divinas. Él es aquella
impetuosa corriente que alegra la ciudad de Dios (sl 45, 5). Si al venir te
encuentra humilde, sin inquietud, lleno de temor ante la palabra divina, se
posará sobre ti y te revelará lo que Dios esconde a los sabios y entendidos
de este mundo (Mt 11,25). Y, poco a poco, se irán esclareciendo ante tus
ojos todos aquellos misterios que la Sabiduría reveló a sus discípulos
cuando convivía con ellos en el mundo, pero que ellos no pudieron comprender
antes de la venida del Espíritu de verdad, que debía llevarlos hasta la
verdad plena...
Así como aquellos que quieren adorarle deben
hacerlo en espíritu y verdad, del mismo modo los que desean conocerlo deben
buscar en el Espíritu Santo la inteligencia de la fe... En medio de las
tinieblas de las ignorancias de esta vida, el Espíritu Santo es, para los
pobres de Espíritu (Mt 5,3), luz que ilumina, caridad que atrae, dulzura que
seduce, amor que ama, camino que conduce a Dios, devoción que se entrega,
piedad intensa. El Espíritu Santo, al hacernos crecer en la fe, revela a los
creyentes la justicia de Dios, da gracia tras gracia (Jn 1,16) y, por la fe
que nace del mensaje, hace que los hombres alcancen la plena iluminación.
Guillermo de san Teodorico