Reflexiones Bíblicas
San Juan 16,20-23aAutor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J
Evangelio:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos: "Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el
mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se
convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza,
porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda
del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También
vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro
corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis
nada."
COMENTARIOS
El Señor dijo: «Dentro de poco ya no me veréis;
dentro de otro poco, me veréis» (Jn 16,16). Eso que Él llama un poco, es
todo el espacio de nuestro tiempo actual, eso que el evangelista Juan dice
en su carta: «Es la última hora» (1Jn 2,18). Esta promesa... va dirigida a
toda la Iglesia, como también esta otra promesa: «Sabed que yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mt 28,20). El Señor no
podía retrasar su promesa: dentro de poco tiempo y le veremos y ya no
tendremos nada que pedirle, ninguna pregunta para hacerle porque ya todos
nuestros deseos se verán satisfechos, y yo no buscaremos más.
Este poco tiempo nos parece largo porque todavía
está discurriendo; cuando habrá terminado, entonces nos daremos cuenta de
cuán corto ha sido. Que nuestro gozo sea diferente del que tiene el mundo de
quien se dice: «El mundo se alegrará». En este tiempo en que crece nuestro
deseo, no estemos sin gozo, sino tal como dice el apóstol Pablo: «Con la
alegría de la esperanza; constantes en la tribulación» (Rm 12,12). Porque la
mujer, cuando va a dar a luz, a la cual el Señor nos compara, siente tanto
gozo por el hijo que va a parir que no se entristece por su sufrimiento.
San
Agustín