Reflexiones Bíblicas

San Mateo 12,46-50

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

San Mateo 12,46-50

En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él. Uno se lo avisó: "Oye, tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo." Pero él contestó al que le avisaba: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?" Y, señalando con la mano a los discípulos dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre."

COMENTARIOS

Jesús enseña a los que lo escuchan cuáles son las nuevas relaciones exigidas en el reino. El evangelista se lo recuerda a la comunidad, y nosotros debemos leer, en nuestro hoy, ese mensaje.

Los discípulos son la nueva familia; no son los lazos de sangre los que determinan esas relaciones, y mucho menos el "ser judío"; es la vinculación al mensaje de Jesús y el hacer la voluntad del Padre lo que determina y hace realidad la llegada del reino con esas nuevas relaciones. Los discípulos, los que escuchan la Palabra y hacen la voluntad del Padre, son la semilla del nuevo pueblo en el que participan hombres y mujeres de otras culturas y etnias.

Jesús tiene ya una familia, sus discípulos, abierta a todo hombre, judío o pagano, que tome la decisión de seguirlo.