Reflexiones Bíblicas

San Mateo 19,16-22

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

San Mateo 19,16-22

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: "Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos." Él le preguntó: "¿Cuáles?" Jesús le contestó: "No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo." El muchacho le dijo: "Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?" Jesús le contestó: "Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres -así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo." Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

COMENTARIOS

Jesús desenmascara la falsa seguridad que proporcionan los bienes materiales. Queda en claro que el don del seguimiento de Jesús no es compatible con el apego a los bienes de este mundo.

Para nuestro caso, es ya bien conocido y comprobado que capital y cristianismo no son compatibles; total y absolutamente. Sin embargo, en nuestro contexto mundial ambos conviven "admirablemente". ¡Cuánto tiene de capitalista nuestra Iglesia! Y ¿cómo lo hace compatible? Si Jesús viniera hoy, ¿qué diría de esa unión? ¿No experimentamos también cierta tristeza al volver sobre esta sentencia de Jesús? De verdad nuestras iglesias, con la mano en el corazón, deberíamos apropiarnos de esta sugerencia de Jesús, vender todo, ponerlo al servicio de los empobrecidos y, ahora sí, despojadas de todo, comenzar de verdad el camino del seguimiento.

Este pasaje ha tenido a lo largo de la historia del cristianismo muchísimas formas de abordaje, y ha inspirado modos radicales de vida. Recordemos, entre otros, a los antiguos anacoretas, a los legendarios padres del desierto. Aquí se inspira, además, el consejo evangélico de la pobreza, que ciertamente no es para todos.

 

.