Reflexiones Bíblicas
San Lucas 6,1-5
Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J
Evangelio:
San Lucas 6,1-5
Un sábado, Jesús atravesaba un sembrado; sus
discípulos arrancaban espigas y, frotándolas con las manos, se comían el grano.
Unos fariseos les preguntaron: "¿Por qué hacéis en sábado lo que no está
permitido?" Jesús les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y
sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios, tomó los panes
presentados, que sólo pueden comer los sacerdotes, comió él y les dio a sus
compañeros." Y añadió: "El Hijo del hombre es señor del sábado."
COMENTARIOS
Jesús es quien ha tomado la
iniciativa de «atravesar unos sembrados». Los discípulos hacen uso de la misma
libertad que les había inculcado el Maestro: «Sus discípulos arrancaban espigas
y, frotándolas con las manos, se comían el grano» (6, 1b). Cuando menos te lo
esperas, aparecen unos espías fariseos. ¿De dónde han salido? Están al acecho
por doquier, como garantes de la Ley que son: «¿Por qué hacéis lo que no está
permitido en sábado?» (6,2). Si David lo hizo, responde Jesús, también podemos
hacerlo nosotros: «El Hombre (semitismo para designar el Hombre en su plenitud,
portador del Espíritu) es Señor del precepto sabático» (6,5).
Toda la creación está a disposición del hombre.
Dios es el Creador, pero no de una vez para siempre, dedicándose después a
descansar. Dios continúa trabajando, y el hombre ha de continuar sirviéndose de
ella para su provecho. No se puede coartar la libertad del hombre, y menos en
nombre de Dios. El precepto sabático ha caducado.