Reflexiones Bíblicas

San Lucas 9,18-22

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

San Lucas 9,18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas." Él les preguntó: "Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?" Pedro tomó la palabra y dijo: "El Mesías de Dios." Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día."

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La manera como Jesús vivía, recorría los pueblos, predicaba, sanaba a los enfermos, se relacionaba con publicanos y pecadoras… había suscitado entre el pueblo más interrogantes que certezas. La gente lo identificaba con personajes del Antiguo Testamento y no con la novedad del reino de Dios. Jesús entonces devuelve la pregunta a sus discípulos: "y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Pedro lo identifica como el Mesías de Dios. Seguro, en su mente estaba la idea, originada también en el Antiguo Testamento, de un Mesías nacionalista que encabezaría una rebelión militar contra Roma para restaurar el reino de David. El mesianismo de Jesús, por el contrario, es universal; su arma más poderosa es la Palabra; sus destinatarios preferentes son los pobres y excluidos; su objetivo es el anuncio de un reino que "no es de este mundo" (Jn 18,36); su metodología apunta a trabajar la conciencia de las personas para lograr los cambios sociales que conduzcan a un mundo nuevo, y por fidelidad al proyecto del Padre y amor a la humanidad no rehúye ni el sufrimiento ni la muerte. Nuestra misión es continuar la obra de construcción de ese reino, fieles a los objetivos y métodos del Maestro.