Reflexiones Bíblicas

San Lucas 12,1-7

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

 San Lucas 12,1-7

En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano se pregonará desde la azotea.

A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones."

COMENTARIOS

Cuando alguien es conducido por un guía que le lleva a un país desconocido, de noche, a través de los campos, sin camino trazado, según su intuición, sin consultar a otros y sin querer conocer su propósito, ¿puede escoger otro partido que el del abandono? ¿De qué sirve mirar dónde está, preguntar a los que pasan, consultar al mapa y a los viajeros? La intención... de un guía que quiere que se confíe en él será contraria a todo ello; se gozará confundiendo la inquietud y la desconfianza de un alma; quiere una entrega total a él...

La acción divina es esencialmente buena, no quiere, en absoluto, ser confirmada ni controlada; comienza desde la creación del mundo y desde aquel instante, desarrolla nuevas pruebas; no limita, en absoluto, sus operaciones ni se agota su fecundidad; ayer hizo aquello, hoy hace esto; es la misma acción que aplica en cada momento y con efectos siempre nuevos, y así se desplegará eternamente.

Jean Pierre de Caussade (1675-1751), jesuita