Reflexiones Bíblicas

San Lucas 12,39-48

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

 San Lucas 12,39-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre." Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?" El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda al llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y deber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles. El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."

COMENTARIOS

Los administradores de la comunidad, cualquiera que sea su procedencia, deben ponerse al servicio de los demás y prestar ayuda para que en la comunidad no falte nada (12,42). Jesús declara «dichoso» al «administrador fiel y sensato» a quien «el Señor -término característico del Resucitado-, cuando llegue, lo encuentre cumpliendo con su encargo». El que haga esto, como lo hace Jesús, llega al mismo nivel que su Señor (cf v. 37). «Os aseguro que le confiará la administración de todos sus bienes» (12,44). El primer encargo que le ha confiado ha sido el servicio de la mesa y de la despensa: la distribución equitativa de los bienes de los pobres; si cumple bien ese primer encargo, le confiará la administración de los bienes espirituales de la comunidad. Mediante la parábola de los «administradores» Lucas anticipa y prepara el tema de la administración de los bienes de toda índole de la comunidad creyente que desarrollará en el libro de los Hechos.

Por el contrario, si el administrador actúa con autoritarismo y con aires de grandeza y de poder, como hacen los que ejercen autoridad sobre los demás (cf. 22,25-26), «el Señor cortará con él y le asignará la suerte de los infieles» (12,45-46). Es de notar la dureza del lenguaje de Jesús con el grupo de discípulos procedentes del judaísmo. A la falta de libertad interna que aún padecen por no haber renunciado a la ideología autoritaria judía, corresponde un lenguaje propio de esclavos: «El siervo ese que, conociendo el deseo de su señor, no prepara las cosas o no las hace como su señor desea, recibirá muchos palos» (12,47), muchos más que los infieles que «desconocen su designio, pero hacen algo que merece palos» (12,48a). La razón es obvia: «Al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá; al que mucho se le ha confiado, más se le pedirá» (12,48b). La responsabilidad va pareja con los dones recibidos.