Reflexiones Bíblicas

San Lucas 14,1.7-11

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

 San Lucas 14,1.7-11

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."

COMENTARIOS

Cualquiera se podría tomar este texto como una invitación a formar un manual de urbanidad y buenos modales cristianos; pero ésa no es la intención del evangelio. El problema que Jesús señala no es de modales, sino de valores y actitudes. Los valores son los principios que una persona o grupo asumen como líneas orientadoras de su comportamiento. Los valores modelan nuestras creencias y aspiraciones. Son también exigencias de compromiso y criterios estables en medio de la confusión cotidiana. Las actitudes son disposiciones permanentes que nos permiten encarar con firmeza y convicción las distintas circunstancias de la vida. ¿Qué nos pide hoy el evangelio? Desafiar nuestros hábitos para ir más allá de la elegancia o la estética de las buenas costumbres, comprometernos con los valores que nos propone Jesús mismo, y asumir las actitudes coherentes con esos nuevos valores. El cristianismo no es una religión de ciertas costumbres bien aceptadas socialmente, sino un compromiso de seguir diariamente el camino de Jesucristo de acuerdo con los valores que Él nos propone y las actitudes que estos valores nos exigen. ¿Qué sería de nosotros si sólo nos conformáramos con marchar detrás de la procesión de idolatrías con la que cada día nos aliena el ambiente en que nos movemos?