Reflexiones Bíblicas

San Lucas 21,5-11:

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio: 

 

San Lucas 21,5-11

En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos. Jesús les dijo: "Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido." Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?" Él contestó: "Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida. Luego les dijo: "Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo."

COMENTARIOS

            Jesús continúa hablando del tiempo que transcurrirá entre su resurrección y la plenitud de la historia. Habla de los sufrimientos que tendrá que atravesar la comunidad. Predice la cárcel y la persecución. Distingue entre los poderes judíos (sinagoga), y los romanos (reyes y gobernadores). Los discípulos fieles serán llevados ante esos tribunales. El centro del pasaje hace referencia al testimonio. Los discípulos entregados a las autoridades darán testimonio público. Pero Jesús les advierte que no hay necesidad de preparar la defensa, porque el Espíritu Santo les inspirará las palabras para defenderse. He aquí una buena síntesis de la Iglesia de los primeros tiempos. Ella se caracterizó por el conflicto y la persecución. Y, aunque muchos claudicaron, muchos otros permanecieron fieles hasta el martirio cruento. La persecución y el martirio han sido una constante gloriosa en la historia de la Iglesia. La sangre de los mártires es semilla de cristianos comprometidos y radicales en el evangelio de Jesús. Gracias a esa fidelidad y radicalidad la comunidad eclesial ha podido resistir y subsistir a lo largo de más de veinte siglos de historia. Quien asuma el proyecto de Jesús debe estar dispuesto a ser ajusticiado por los poderes de este mundo. Pero tenemos la firme certeza de que el Espíritu sigue asistiendo a los fieles creyentes que dan testimonio de fidelidad radical al Maestro.