Reflexiones Bíblicas

San Marcos 3,7-12

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio:  

San Marcos 3,7-12.

Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón. Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la muchedumbre no lo apretujara. Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre Él para tocarlo. Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!". Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de manifiesto.

COMENTARIOS

Las actitudes y actividad de Jesús encuentran un eco muy favorable incluso fuera del territorio judío, pero las multitudes de oprimidos que acuden a Él quieren forzarlo o tentarlo a asumir el liderazgo de una rebelión. Jesús se niega.

Al conocer la actividad de Jesús en favor de los oprimidos, por encima de toda ley religiosa, acude una muchedumbre tanto judía (Galilea, Judea, Jerusalén) como pagana (Idumea, Transjordania, Tiro y Sidón) (universalidad), que ve en Él un liberador.

Pero esta muchedumbre no busca escuchar a Jesús ni espera a conocer su mensaje, sino que pretende imponerle un programa de actuación violenta (se le echaban encima), según conciben ellos la liberación. El ansia de salir a cualquier precio de su situación quiere forzar la libertad de Jesús; Él se niega a dejarse avasallar y amenaza con marcharse.

Jesús no rechaza a estos hombres, que, aunque de modo equivocado, buscan justicia y libertad, pero no cede a sus deseos y les prohíbe propagar la idea de su liderazgo. Se acentúa de nuevo la renuncia de Jesús al poder político, que en realidad no libera, sino que somete a una nueva dependencia; la verdadera liberación se basa en el desarrollo del ser humano, de su libertad, autonomía y solidaridad.

El programa de Jesús incluye la misión universal con judíos y paganos sin distinción. Ya no hay un pueblo elegido y las naciones, sino una masa oprimida, judía o pagana, a la que hay que ofrecer la liberación.