Reflexiones Bíblicas

San Marcos 6,7-13

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio:  

San Marcos 6,7-13

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. Y añadió: "Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa." Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

COMENTARIOS

El envío de los discípulos los convierten en misioneros. Se les capacita y se les autoriza para que usen el mismo poder de Jesús. Miremos algunas características de esa misión: debe ser itinerante, es decir, deberá invitar a caminar de nuevo. Seguro que esta misión era breve por eso deberían ir ligeros de equipaje, libres, sin muchas cosas, insistiendo más en el anuncio inmediato, que en los resultados.

Cuando este texto se escribió, la situación de la comunidad era ya más desarrollada y consolidada. Por eso el recordar estas recomendaciones, no solo servía para recordar la primera experiencia alegre y aventurera, sino que también servía para confrontar el estilo original y la práctica de aquel momento, tan lejano ahora, del tiempo de Jesús. Es, por lo tanto, una llamada a un impulso misionero más arriesgado, menos miedoso. Las características del anuncio resaltan dos aspectos, aparentemente contrarios. Uno, la disponibilidad para encontrar a la gente, al enfermo – por razones personales o sociales, por la opresión de la ley o por la maldad humana - y liberarlo, ungirlo con aceite, sanar las heridas y el corazón. Dos, deben evitar cualquier tipo de hipocresía. Caridad y premura con los que sufren.