Reflexiones Bíblicas

San Mateo 6,7-15

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J   

 

 

Evangelio:  

 

San Mateo 6,7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas, también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas."

COMENTARIOS

En este tiempo de Cuaresma cuando se nos invita a ser más asiduos en la oración, vale la pena recordar esta invitación de Jesús hoy. Confrontemos esta enseñanza con lo que decíamos al iniciar la cuaresma... cuando oren háganlo en lo escondido del cuarto... bien vale la pena intensificar la oración del padre nuestro pero superando la concepción de una oración repetitiva, por cumplimiento o como mero espiritualismo. Miremos detenidamente las siete peticiones que nos presenta Mateo, hagamos la oración con intensidad, profundidad y sabiendo que el Padre nos escucha..., ¡ah! y recemos en ambiente comunitario, no hagamos de esta práctica algo individual, un asunto intimista; vayamos a la comunidad, vibremos con la comunidad.

Tal vez la oración dominical, el padrenuestro, la oración del Señor o la oración de cristiano es la que más repetimos y hacemos desde niños, con mayor o menor devoción, concentrados o mecánicamente, desde el corazón o solo con los labios, solos o en comunidad, pero es la oración que más nos une a Dios, nuestro padre, nuestro abbá. Deberíamos empeñarnos en hacerla como hijos e hijas de Dios, en comunidad, sintiendo el plural de los cristianos y cristianas para llegar a tomar consciencia de la responsabilidad que tenemos en la misión de todos, de la urgencia de asumir nuestra parte en la tarea diaria de hacer realidad el Reinado de Dios.