Reflexiones Bíblicas

Domingo VII del Tiempo Ordinario, Ciclo C

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

1Samuel 26, 2 7-9. 12-13. 22-23

En aquellos días, Saúl emprendió la bajada hacia el páramo de Zif, con tres mil soldados israelitas, para dar una batida en busca de David.

David y Abisay fueron de noche al campamento; Saúl estaba echado, durmiendo en medio del cercado de carros, la lanza hincada en tierra a la cabecera. Abner y la tropa estaban echados alrededor. Entonces Abisay dijo a David: "Dios te pone el enemigo en la mano. Voy a clavarlo en tierra de una lanzada; no hará falta repetir el golpe."

Pero David replicó: "¡No lo mates!, que no se puede atentar impunemente contra el ungido del Señor."

David tomó la lanza y el jarro de agua de la cabecera de Saúl, y se marcharon. Nadie los vio, ni se enteró, ni se despertó: estaban todos dormidos, porque el Señor les había enviado un sueño profundo.

David cruzó a la otra parte, se plantó en la cima del monte, lejos, dejando mucho espacio en medio, y gritó: "Aquí está la lanza del rey. Que venga uno de los mozos a recogerla. El Señor pagará a cada uno su justicia y su lealtad. Porque él te puso hoy en mis manos, pero yo no quise atentar contra el ungido del Señor."

Salmo responsorial: 102

R/El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. R. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura. R. El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. R. Como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos; como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles. R.

1Corintios 15, 45-49

Hermanos: El primer hombre, Adán, fue un ser animado. El último Adán, un espíritu que da vida. No es primero lo espiritual, sino lo animal. Lo espiritual viene después. El primer hombre, hecho de tierra, era terreno; el segundo hombre es del cielo. Pues igual que el terreno son los hombres terrenos; igual que el celestial son los hombres celestiales. Nosotros, que somos imagen del hombre terreno, seremos también imagen del hombre celestial.

Lucas 6, 27-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "A los que me escucháis os digo: Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, dejale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué merito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien sólo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores lo hacen. Y si prestáis sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué merito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo. ¡No! Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; tendréis un gran premio y seréis hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos. Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante. La medida que uséis, la usarán con vosotros."

COMENTARIOS

SAMUEL. La lectura de hoy nos muestra un ejemplo práctico de la enseñanza de Jesús que después leeremos en el evangelio, donde se nos pide amar y perdonar toda ofensa, incluso a los enemigos. En nuestro caso se trata de las tensiones habidas entre Saúl y David.

Lo que Abisaí propone a David es un acto de legítima defensa. Saúl busca su muerte, y aquel encuentro tan fortuito y tan fácil parece manifestar claramente que es Dios quien entrega a Saúl a fin de que el justo perseguido pueda librarse del injusto perseguidor.

David decide no matar a Saúl sino, por el contrario, respetar su vida y manifestarle, una vez más, que no está contra él, sino a su lado. Que ambos deben guiarse mejor por la voluntad de Dios, que no es nunca enfrentamiento y muerte. Si Saúl debe dejar de ser rey, deberá decidirlo Dios, y no David. No siempre lo que es legítimo es conveniente o bueno hacerlo. El creyente debe ir más allá de las apariencias o de las pautas humanas. Debe poner sus miras en los criterios divinos.

LUCAS. Quizá una de las aportaciones más decisivas del cristianismo a la historia de la humanidad haya sido y sea el mensaje referente al amor a los enemigos. Jesús inculca algo más: bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian.

Pero llevar a cabo algo así, sólo resulta posible con la ayuda de la gracia y poniendo la mirada en el comportamiento de Jesús. En la cruz, el momento más terrible de su vida, dirigió esta oración por aquellos que le estaban matando de la forma más ignominiosa: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen.

El Padre nos capacita para amar a los demás, porque Él nos amó primero. Lo mismo que el Padre fue el norte de la persona, vida y destino de Jesús, también está llamado a serlo de sus discípulos. Cuando estamos decididos a imitar al Padre, porque experimentamos su gran amor en nosotros, entonces ya no se nos muestran como una carga insoportable los dichos de Jesús, que hoy encontramos en el evangelio. Bien al contrario, se nos convierten en buena noticia, en alegría para la vida y en principio seguro de actuación.

Dios es amor y la esencia misma del amor divino está precisamente en la compasión y misericordia, que muestra a todos y le lleva a ir más allá de la justicia, usando la tolerancia, la magnanimidad y el cariño hasta con los mayores pecadores.