Reflexiones Bíblicas
San Marcos 6,30-34

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J



En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: "Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco." Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.

COMENTARIOS

Todos necesitamos descansar para reparar las fuerzas y continuar la labor. También el misionero necesita momentos de quietud. Jesús se muestra profundamente humano con sus discípulos. Ellos han regresado de la misión y le han contado, entusiasmados o preocupados, lo que habían "hecho y enseñado". Indudablemente la labor tuvo que ser agotadora. Jesús les invita a descansar en un sitio tranquilo, porque la multitud los acosa. Sin embargo, la gente los descubre y los sigue. Es tal la fama de Jesús que todos quieren escucharlo y sentirse liberados de toda clase de dominación.

Este pasaje es el preámbulo para la gran narración de la multiplicación de los panes. Marcos descubre el corazón de pastor compasivo de Jesús. También pasa entre nosotros. Hay momentos en que necesitamos descansar pero los compromisos nos apabullan. Es necesario encontrar un punto de equilibrio entre el descanso y la actividad. También necesitamos tiempo para orar, estudiar, compartir con los demás. Es necesario recargar las pilas para seguir trabajando por el reino "sin descanso". Pero debemos estar siempre atentos a las necesidades de los nuestros, para salir en su ayuda.