Reflexiones Bíblicas

San Juan 5,33-36

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado."

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Al ser Juan Bautista interrogado, por los emisarios de Jerusalén, ha respondido claramente que no es el Mesías, ni Elías. Se reconoce sólo como la voz que clama en el desierto, que prepara el camino del Señor; y como testimonio de conversión de quienes quieren seguirle y cambiar, él los bautiza con agua. Y es que Juan predicaba un bautismo de conversión de corazones, de cambio de vida y no una espiritualidad de leyes y preceptos que no conducían al pueblo a ningún lado, como creían y esperaban los judíos. Este es el testimonio que da Juan y que termina ratificándolo con su vida, la suerte de los profetas. Él era la lámpara, Elías que había de venir y se recrearon con su luz pero no la aceptaron.

Jesús tiene un testimonio mayor que el de Juan por que las obras, los signos que ha realizado, dan testimonio de que su mensaje es obra del Padre. Jesús se convierte en mensajero y presencia del Padre y sus obras son manifestación de Dios. Juan nos muestra que las obras de Jesús van configurando un proyecto nuevo dentro de su pueblo: hecha a los mercaderes del templo (centro político, religioso y económico), dialoga con Nicodemo (líder religioso), dialoga con los samaritanos (marginados y rechazados en su sociedad) cura a enfermos en sábado (trasgrediendo el tiempo religioso). El proyecto de Jesús pasa por encima de las divisiones humanas, de los intereses de los hombres; es un proyecto que incluye a marginados y excluidos, que denuncia las injusticias de los poderosos, que dialoga y no asume la violencia. Por eso este proyecto da testimonio de las obras del Padre. La invitación del evangelio es entonces a ponernos al lado de Jesús, a dar testimonio de él y asumir su proyecto.