Reflexiones Bíblicas
San Juan 10,1-10

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 


En aquel tiempo, dijo Jesús: "Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños." 

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante." 

COMENTARIOS

Para entender este texto es necesario comprender que Juan habla de modo alegórico. Jesús se dirige a los fariseos. Las ovejas representan representan al pueblo dominado por los dirigentes. El recinto o atrio simboliza el templo o, más ampliamente, a la institución judía. La imagen del pastor es figura del mesías que Jesús se aplica a sí mismo. La actividad del pastor enviado por Dios consiste en sacar de la institución judía a los que responden a su llamada, porque aquella se ha convertido en el lugar de las tinieblas, dominado por el interés económico, al haber hecho del templo una casa de negocios y una cueva de bandidos, donde el pueblo no encuentra salvación. Jesús conduce al pueblo fuera, para librarlo de la muerte. 

Jesús, como modelo de pastor, entra para cuidar de las ovejas, no para dominarlas y explotarlas, por eso las ovejas perciben la diferencia entre Jesús y los dirigentes y escuchan a este pastor, que tiene una relación personal con ellas (las llama por su nombre). Jesús opone su mensaje de vida a la mentira de muerte que proponen los dirigentes. 

Jesús se presenta finalmente como «la puerta» de las ovejas, haciendo alusión a la puerta de la muralla que llevaba este nombre y daba acceso al recinto del templo. Él es el único lugar de acceso a las ovejas, lo que significa, que solo adoptando su actitud, es decir, poniendo el bien de la persona humana como valor supremo, se puede uno acercar a él. Quien le da su adhesión (=quien entra por esa puerta que es Jesús) quedará a salvo, porque él da la vida definitiva. Entrando por esa puerta las personas quedarán libres de la opresión a la que estaban sometidas por las instituciones. Jesús se propone él mismo como alternativa al orden injusto, creando el ámbito donde el ser humano puede ser libre y gozar de la vida-amor que él comunica. Jesús es la tierra prometida y el punto del éxodo del nuevo pueblo de Dios.