Reflexiones Bíblicas
San Juan 5,17-30

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: "Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo." Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: "Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro.

Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió. Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida. Os aseguro que llega la hora, y ya está aquí, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que hayan oído vivirán. Porque, igual que el Padre dispone de la vida, así ha dado también al Hijo el disponer de la vida. Y le ha dado potestad de juzgar, porque es el Hijo del hombre. No os sorprenda, porque viene la hora en que los que están en el sepulcro oirán su voz: los que hayan hecho el bien saldrán a una resurrección de vida; los que hayan hecho el mal, a una resurrección de juicio. Yo no puedo hacer nada por mí mismo; según le oigo, juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.

COMENTARIOS

Continuamos con el diálogo en forma de disputa que suscita la curación del paralítico que recordábamos ayer. Los enardecidos judíos critican la forma como Jesús induce a quebrantar la ley del sábado; pero antes él mismo la ha quebrantado realizando un trabajo, el de curar. En Lc 13,14 el archisinagogo hace un reproche a la gente: "hay seis días para trabajar; vengan en esos días a ser sanados, y no en sábado". Una vez más el legalismo se interpone entre la acción gratuita de Dios que no se ajusta a tiempos ni a espacios predeterminados, y la obsesión por el cumplimiento estricto de lo que está mandado. Lo que está realizando Jesús es un juicio a los judíos, a su obstinación en no aceptar las obras de vida proporcionadas por Dios. Hacía falta corregir el concepto del Dios legislador y castigador que tenían los adversarios de Jesús, y era necesario que Jesús lo trasparentara tal cual es: el Dios de la compasión y la misericordia; el Dios Amor.

Y nosotros, ¿hasta dónde hemos asumido que la misericordia está por encima de los sacrificios (Mt 9,13;12,7;Os 6,6), y con mayor razón por sobre las normas?