Reflexiones Bíblicas
San Juan 10,31-42

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J

 

 

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús. Él les replicó: "Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?" Los judíos le contestaron: "No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios." Jesús les replicó: "¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: Sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y no puede fallar la Escritura), a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros que blasfema porque dice que es hijo de Dios? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre."

Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí. Muchos acudieron a él y decían: "Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de éste era verdad." Y muchos creyeron en él allí.

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Melitón de Sardes (?-hacia 195), obispoHomilía pascual, 56-57

El misterio de la Pascua del Señor

El misterio de la Pascua llegó a su pleno cumplimiento en el cuerpo del Señor. Pero él había ya anunciado sus propios sufrimientos en los patriarcas, los profetas y todo su pueblo; a través de un sello les había confirmado en la Ley y en los profetas. Este futuro inaudito y grandioso ha sido preparado desde una data muy temprana; prefigurado desde hacía mucho tiempo, el misterio del Señor se ha hecho visible hoy, porque es antiguo y nuevo el misterio del Señor…

¿Quieres, pues, ver el misterio del Señor? Contempla a Abel asesinado como él, a Isaac atado como él, vendido como José, expuesto como Moisés, acorralado como David, a los profetas maltratados como él por el nombre de Cristo. Contempla, por fin, a la oveja inmolada en tierra de Egipto, que, con su sangre, mató a Egipto y salvó a Israel.

También se anunció el misterio del Señor por la voz de los profetas. Moisés dice al pueblo: "Veréis a vuestra vida suspendida día y noche ante vuestros ojos, y no creeréis a vuestra vida" (Dt 28,66). Y David: "¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos planean un fracaso? Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías" (Sl 2,1). Y Jeremías: "Yo, como cordero manso, llevado al matadero no sabía los planes homicidas que contra mí planeaban: Vamos…, arranquémoslo de la tierra vital, que su nombre no se pronuncie más" (11,19). E Isaías: "Como una oveja fue llevado al sacrificio; como un cordero manso ante el esquilador, no abrió la boca. ¿Quién contará su nacimiento?" (53,7).

Muchos otros acontecimientos han sido anunciados por numerosos profetas en lo que se refiere al misterio de la Pascua, que es Cristo… Él es quien nos ha liberado de la servidumbre del mundo como nos liberó de la tierra de Egipto, y nos ha arrancado de la esclavitud del demonio como nos liberó de la mano del Faraón.