Reflexiones Bíblicas

San Juan 6,52-59

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J



Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?". Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente". Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Pío Pietrelcina, "Padre Pío" (l887_l968) capuchino 

"Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna. (Jn 6,54)

Padre, me siento totalmente indigno de comulgar. Realmente, soy indigno.

Respuesta:

Es verdad, no somos dignos de un don tan grande. Pero, una cosa es participar en ello indignamente, en estado de pecado grave, y otra es no ser dignos de comulgar. Todos somos indignos, pero Jesús nos invita, él es quien desea que participemos. Seamos, pues, humildes, y recibámosle con el corazón lleno de amor.

Padre, ¿por qué llora Vd. cuando comulga?

Respuesta:

Si la Iglesia exclamó: "No desdeñó de entrar en el seno de la Virgen", hablando de la encarnación del Verbo en el seno de la Virgen Inmaculada ¿qué decir de nosotros, pecadores? Pero Cristo dijo: "...si no coméis mi carne ni bebéis mi sangre no tendréis vida en vosotros." (cf Jn 6, 53) Por consiguiente, acerquémonos a la mesa de la comunión con mucho amor y un gran respeto. Que toda la jornada nos sirva de preparación primero y luego de acción de gracias.