Reflexiones Bíblicas

San Juan 14,6-14

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J



Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: 'Muéstranos al Padre'? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré. 

Leer el comentario del Evangelio por : San Hilario (hacia 315_367) obispo de Poitiers, doctor de la Iglesia 

Los apóstoles nos indican el camino de la vida

El Señor no nos ha dejado una doctrina incierta y dudosa sobre sus misterios, no nos ha abandonado al error que puede nacer de una comprensión ambigua. Escuchémosle, pues, cuando revela a los apóstoles el conocimiento perfecto de esta fe. Dice, en efecto: "Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por mí" (Jn 14,6) Aquel que es el camino no nos ha dejado errar por caminos tortuosos y sin salida. La verdad no nos ha engañado con mentiras. La vida no nos ha abandonado al error que mata. Y porque ha manifestado, para nuestra salvación, los dulces nombres de sus designios –camino para conducirnos a la verdad, verdad para establecernos en la vida___ reconozcamos el sacramento que nos conduce a esta vida: "Nadie va al Padre sino por mí." (Jn 14,6) El camino hacia el Padre pasa por el Hijo...

En el misterio del cuerpo que ha adoptado, el Señor manifiesta la divinidad que está en el Padre: "Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Desde ahora lo conocéis, pues ya lo habéis visto." (Jn 14,7) El Señor hace distinción entre el tiempo de la visión y el tiempo del conocimiento porque dice que ya hemos visto aquello que conoceremos más tarde.