Reflexiones Bíblicas
San Juan 1,47-51

Autor: Padre Juan Alarcón Cámara S.J 

 

 

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre."

COMENTARIOS

Jesús describe a Natanael como a modelo de israelita. La mención de la higuera alude a Os 9 10 (LXX): "Como racimo en el desierto encontré a Israel, como en breva en la higuera me fijé en sus padres". El profeta describía la elección del pueblo. Natanael representa precisamente al Israel elegido que ha conservado la fidelidad a Dios. Jesús renueva la elección.

Reacción entusiasta de Natanael. Rabbí, esto es, maestro fiel a la tradición; el rey mesiánico (v 45 los profetas) interpretado como rey de Israel, el prometido sucesor de David (Sal 2 2 6s 2 Sm 7 14 Sal 89,4s.27), que restauraría la grandeza del pueblo; no como en boca de Juan Bautista (1,33-34: el Hijo de Dios, el portador del Espíritu)

La obra del Mesías no se limita a la elección de Israel (higuera) Jesús hace la primera declaración sobre Sí mismo y alude a la visión de Jacob en Betel (Gn 28,11-27) haciendo una promesa (v. 51: Veréis): la comunicación permanente con Dios en Jesús (el cielo quedar abierto). El Hombre (el portador del Espíritu) es el proyecto salvador de Dios que no se basa en la realeza davídica (49, de Natanael), sino en la plenitud humana (51). La promesa se realizará en la cruz, cuando vean al que traspasaron (19,37), en quien brilla la gloria/amor (cf. 19,34: sangre y agua).